"Cualquiera puede sostener el timón cuando el mar está en calma". Syrus
Objetivo de la Educación Emocional
La capacidad para gestionar nuestras emociones, de comprender lo que sentimos y porque, es importante para que nuestras relaciones con los demás sean positivas. Los beneficios de la educación emocional está enfocada en las habilidades personales, te permiten darte cuenta lo que sientes, porque sientes esa emoción. También te permite reconocer las emociones de otros, tener empatía, para tener mejores relaciones y comunicarse de forma asertiva. La gestión emocional te permite adaptarte de mejor forma a distintas situaciones, sirve para desarrollar la habilidad para regular nuestras emociones y automotivarnos. Darse cuenta que cada emoción tiene un mensaje, una intención positiva, al observar el porqué sientes ese sentimiento, puedes tomar mejores decisiones.
El principio de la educación emocional, el desarrollo de la capacidad de la gestión emocional, sirve para aprender a identificar y comprender los propios sentimientos, y poder expresarlos de forma adecuada. Es un proceso de desarrollo personal y social. La educación emocional tiene que ser flexible, para que pueda adaptarse a la necesidad de cada persona. Desarrollar la habilidad de gestionar nuestras emociones, nos ayuda a tener relaciones auténticas.
"En mi jardín hay lugar para los sentimientos. Mi jardín de flores es también mi jardín de pensamientos y sueños, los pensamientos crecen tan libremente como las flores, y los sueños son tan bellos". Abraham Urban
¿Para que sirven las emociones?
El autoconocimiento nos permite darnos cuenta que sentimos ante un evento determinado y comprender como actuamos. Las emociones nos ayudan a adaptarnos al entorno, cada una de ellas tiene una intención positiva, un para qué nos sirve. La tristeza aparece ante una pérdida, nos ayuda a soltar o a aceptar, nos podemos preguntar: ¿Qué perdí? ¿Qué va a ser diferente? ¿Qué necesito aceptar? ¿De qué me doy cuenta? El miedo aparece para cuidarnos o protegernos. El enojo nos ayuda a darnos cuenta cuando necesitamos comunicar un límite, lo que no nos gusta. Y la alegría, nos ayuda a ver nuestros logros, lo que nos gusta. Las emociones son necesarias, nos transmiten un mensaje, algunas pueden ser agradables o desagradables. Aprender a escuchar la información que nos transmiten, nos ayuda a saber lo que queremos o deseamos, y tomar decisiones. Cuando observamos una emoción podemos reflexionar y comprender como nos relacionamos con el entorno ante un determinado evento. Al observar los pensamientos y sentimientos, podemos darnos cuenta porque actuamos de una determinada manera, y decidir si queremos cambiar un comportamiento o actitud para mejorar nuestras relaciones. El observar nuestras emociones, nos ayuda a escuchar y a comprendernos mejor, no solo a nosotros mismos sino a los demás. También nos permite comunicar de forma adecuada lo que queremos, y escuchar lo que otra persona desea. Observar, aceptar, darle espacio y soltar nuestras emociones nos permite mejorar nuestro desarrollo personal. Cuando Daniel Goleman hace referencia a las emociones, nos dice que sirven como una guía, cada una de ellas nos impulsa a actuar. Cada emoción tiene un mensaje determinado, nos ayudan a comunicar mejor lo que sentimos mejorando nuestras relaciones.